Aunque el perfil de los disléxicos es muy variado, existen una serie de manifestaciones específicas que nos pueden llevar a sospechar de la existencia de dicho trastorno, a pesar de que no aparezcan en todos los niños/as disléxicos por igual.
La importancia del conocimiento de dichos signos o manifestaciones, tanto por parte de los profesionales relacionados con la infancia, como de los progenitores de niños con antecedentes familiares de dislexia, es fundamental para poder actuar de manera preventiva, evitando así que el problema adquiera una significancia mayor.
(Aunque no haya ningún familiar diagnosticado, pensemos si alguien de nuestra familia tuvo dificultades para aprender a leer y a escribir y se siente identificado con alguna de las siguientes manifestaciones, a pesar de no existir un diagnóstico.)
Lenguaje oral
- Adquisición tardía del lenguaje.
- Nivel de comprensión oral por debajo de la media para su edad.
- Falta de fluidez en la expresión oral y vocabulario empobrecido.
- Errores de confusión entre palabras fonéticamente similares.
- Concurrencia de dislalias y problemas de articulación.
- Inversiones y omisiones de fonemas, principalmente en sílabas trabadas e inversas.
- Lenguaje espontáneo menos claro que el lenguaje dirigido o de repetición.
Capacidades cognitivas y conductuales
- Dispersión, problemas atencionales y falta de concentración.
- Dificultades de ritmo, coordinación, equilibrio y orientación.
- Alteraciones de la lateralidad.
- Incongruencia entre unos días y otros al realizar tareas escolares, (tienen unos días “buenos” y otros “malos”).
- Poca capacidad de memoria a corto plazo pero buena memoria a largo plazo.
- Mayor habilidad en capacidades manuales que lingüísticas.
- Suelen ser niños muy curiosos y creativos.
Dificultades de aprendizaje:
- Dificultad para aprender a escribir su nombre y para reconocerlo.
- Dificultad en la adquisición de conceptos básicos sensorioperceptivos como los colores, los tamaños o las formas.
- Dificultades para asimilar conceptos relacionados con la orientación espacial y temporal.
- Dificultades en segmentación silábica y en la asociación entre grafema/fonema.
- Dificultades en el reconocimiento del esquema corporal, (propiocepción).
- Dificultades para aprender secuencias; abecedario, números, meses…
- Dificultad para memorizar canciones y rimas infantiles.
- Dificultades en el aprendizaje de las operaciones matemáticas y en el manejo del reloj.
Motricidad y grafía:
- Torpeza motriz, especialmente grafo-manual.
- Movimientos gráficos invertidos, es decir, hacen los giros hacia la derecha.
- Agarrotamiento de la mano cuando escriben.
- Tienden a coger mal el lápiz y presionan demasiado sobre el papel.
- Si han conseguido aprender los números y las letras hacia el último año de la Etapa infantil, cosa poco común, presentarán numerosos errores, especialmente escritura en espejo de letras y números, inversiones, confusiones entre grafemas, falta de alineación de la escritura y tamaño irregular de las letras.
- Dificultades para vestirse, abrocharse los botones y los cordones.