La gratitud es un sentimiento de estima, de aprecio y de valoración o reconocimiento hacia una persona por las acciones.
Saber dar las gracias es un gesto empático en cualquier cultura, ya que los humanos como tal somos seres agradecidos. También nuestro propio refranero Español habla de ‘es de bien nacido ser agradecido’.
La gratitud es un valor que debemos transmitir e inculcar en nuestros hijos. Si lo pensamos, a nivel educativo, es uno de los primeros valores que deberíamos enseñar y/o entrenar con nuestros hijos.
Es muy importante enseñar a los niños a apreciar y aceptar el entorno que nos rodea, y a las personas que nos rodean con sus virtudes y defectos. Una vez aceptado esto, es mucho más fácil que un niño se agradecido. Además es un gesto de empatía entre las personas, el saber dar las gracias provoca en el que las da un estado placentero, casi parecido a la persona que recibe ese agradecimiento.
1. Dar ejemplo
Esta es rotunda; Dar el ejemplo: No puedes pedirles a tus hijos que den las gracias, si no te ven a ti hacerlo, es así de sencillo. Los niños aprenden por imitación, si tu no lo haces, ellos tampoco.
2. Apreciar lo material y lo inmaterial
Enseñarles que se pueden dar las gracias por lo material, o por pequeñas acciones no maeriales
3. Ser agradecido con uno mismo
Que sean agradecidos con ellos mismos por pequeños gestos o acciones que hagan, como preparar la mochila, hacer la cama, etc.
Con estas acciones, un niño empieza a ser agradecido, y un niño que es agradecido suele ser más paciente y tolerante con los que le rodean, suele ser más altruista y empático, menos egoísta, lo que provoca menos problemas de conducta, y sobre todo es más optimista y positivo.