Si hay algo en lo que se destacan los japoneses, es en el ahorro de dinero, lo que ha llevado a su país a convertirse en una superpotencia
Uno de los retos más grandes de los jóvenes cuando empiezan a trabajar es aprender a administrarse y sobre todo, ahorrar. No es fácil encontrar un buen equilibrio entre el disfrute de las ganancias y el ahorro, pero es sumamente necesario para proveer la autosuficiencia económica en un futuro. Todo ahorro es significativo, por más pequeño que sea y nos ayuda a prevenir y a además a organizarnos mejor con el dinero.
El ahorro nos ayuda en cierta manera a prevenir imprevistos y estar bien preparados para el futuro, con un poco de dinero guardado por si hace falta. Para los jóvenes no siempre es fácil ahorrar. Más allá de que los salarios suelen ser bajos y solo alcanzan para cubrir lo más esencial, siempre hay posibilidades de ahorrar aunque sea una pequeña cantidad mes a mes. El monto que se acumula será con el tiempo una suma relevante que nos permitirá cubrir necesidades futuras, pagar deudas o hacer un viaje.
Pero para ahorrar con eficacia hay que cambiar la mentalidad sobre el dinero: no hay que gastar por completo cada salario, ni mucho menos tener más gastos que ingresos: es vital organizarse y administrar bien el dinero para poder guardar un poco para mañana. Hay diferentes métodos para ahorrar, pero uno de los más eficientes es el método japonés Kakebo.
Recordemos que Japón es la tercera economía más grande del mundo, por ello hay unas cuantas lecciones de administración y gestión de dinero que podemos aprender de este país. Los japoneses pasaron por innumerables conflictos bélicos y desacuerdos políticos en el último siglo, pero sin embargo su desarrollo y crecimiento económico nunca se ha desacelerado y esto se debe a sus rasgos culturales caracterizados por el trabajo constante, el ahorro y el compromiso con cada cosa que hacen.
El método Kakebo surgió a partir de un libro de cuentas para la economía del hogar creado por Motoko Hani en 1904. Este libro que funcionaba como una suerte de manual y diario tenía como objetivo controlar las finanzas y además generar una buena capacidad de ahorro en las personas para que luego pudieran disfrutar de con ellos.
El libro ha sido reeditado varias veces. Actualmente se vende una versión de él en Amazon con el nombre “Kakebo: el método japonés para aprender a ahorrar” y contiene un apartado para realizar cuentas, además de consejos sobre psicología del consumo y algunos tips para ahorrar.
La metodología de Kakebo se basa en un cálculo de los gastos fijos que permite controlar el dinero, saber en qué se gasta y generar una buena administración. Lo más importante para que el método funcione es hacer cuentas día a día de manera disciplinada, para saber al final del mes qué gastos inútiles podemos evitar.
La planilla de administración se divide en 4 categorías de gastos: superveniencia, ocio, cultura y extras, y tiene además un apartado para incluir los ingresos sorpresa, en el caso de que recibamos un dinero inesperado. Este libro de cuentas lo que hace es obligar a cada persona a llevar una lista de sus gastos y enfrentarlos mes a mes. Para hacerlo más visual y divertido, la tabla de ingresos está representada por un cerdito al que hay que alimentar con dinero, mientras que la de egresos tiene como símbolo a un lobo.
Si bien es una metodología de ahorro tradicional, es perfecta para aquellas personas que tienen poco control sobre lo que gastan y no saben cómo comenzar a ahorrar. Cada mes el libro recomienda establecerse objetivos financieros y hacer promesas por escrito, para comprometerse con la tarea y cambiar los hábitos financieros dañinos.