En ocasiones los niños tienen un bajo rendimiento escolar pero parece que en el único sitio donde no trabaja es en la escuela porque en casa tiene una actitud buena. En clase estos niños muestran pereza, falta de motivación e irresponsabilidad, parece que no están interesados en hacer las cosas bien y cuando el maestro intenta que se centre, parece que las cosas se ponen peor.
Si sólo en la escuela tiene problemas de actitud ante los estudios pero en casa sí trabaja bien, es posible que haya en la escuela algo que le está perturbando y que no le deja comportarse de forma tranquila. Es necesario que la motivaciòn, la habilidad y la actitud se combinen para crear un buen resultado. Los niños están motivados ante las cosas por naturaleza, pero, ¿qué es necesario hacer cuando el niño no quiere trabajar en clase?
1. Averigua qué está pasando. Es importante que te acerques a la escuela y hables con el maestrode tu hijo para que te diga exactamente qué es lo que sucede en clase y cuál es el comportamiento de tu hijo. De esta manera podrás hacerte una idea de qué es lo que ocurre en clase. El maestro deberá trabajar por tener una relación positiva con el niño.
2. Trabajar juntos en una mejora. Será necesario que haya una unión entre la escuela y la familia para poder trabajar en la misma línea y conseguir mejoras en el rendimiento académico del niño. Buscar lo que ocurre y ponerle solución. Quizá tenga un compañero que lo distrae y será mejor cambiarlo de lugar en la clase. También se puede valorar la posibilidad de realizar una tabla de puntos para seguir en casa y en la escuela para motivar el comportamiento del niño ante el aprendizaje.
4. Deja los castigos a un lado, castigar amenazar o manipular sólo empeorará las cosas y será perjudicial para la relación con los hijos. Esto sólo generará sentimientos de frustración y miedo, pero no mejorará las cosas.
5. Dale responsabilidad acorde a su edad. Los padres deben ayudar a que los hijos comprendan cómo deben ser responsables. Es necesario hacerlo de forma positiva para que sientan que son capaces de conseguir cualquier cosa que se prongan. Todos los niños son capaces de conseguir cualquier meta, sólo deben saber que si quieren, pueden lograrlo.