Por: Roberto Gutiérrez
Vienen nuevos escenarios en la política nacional y en San Luis Potosí también , el PAN ya pintó su raya y con razón. El PRI se mostró tal como es y no habrá futuras alianzas, si es que aprendieron la lección. A nivel local es muy pronto para hacer proyecciones, aunque una cosa es cierta si la jefa de gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum Pardo, alcanza la candidatura presidencial para el 2024, por Morena, el estado potosino tendrá gobernadora en el 2027, y si no al tiempo.
En la última elección el PRI dejó a un lado historia y convicciones por un mendrugo de pan, fue inadmisible se aliara con su enemigo histórico Acción Nacional, y desde luego que el PAN olvidara que fue fundado en 1939 como una alternativa opositora al poder posrevolucionario en México representado por el antecedente del PRI el Partido de la Revolución Mexicana.
La descomposición político y social en México, tiene como antecedente la impunidad con la que se ejerce el poder en México, durante décadas, alcaldes, diputados, gobernadores, presidentes de la República que no solo robaban, sino que además eras ostentosos, mientras el pueblo se moría de hambre.
La descomposición que se vive en México, de ahí viene. De empresarios que pagaban salarios de miserables como en la peor época porfirista. De niños y jóvenes desnutridos, sin oportunidades de estudio, de falta de hospitales, escuelas, carreteras, caminos para sacar las cosechas, etcétera y ahora les asombra, que haya delincuencia. La gente ve, oye y calla, empero ya descubrió que el voto sirve y cambia las cosas.
El PRI y el PAN engañaron a los ciudadanos con una alianza viciada de origen y así no se puede gobernar y los ciudadanos lo saben. La oportunidad de oro a que se refirió el senador del PAN Damián Zepeda, para dejar esa alianza por ser una incongruencia histórica, debe retomarse a nivel local y dejar ese amasíato vergonzoso, pero además que se sancione a quienes lo hicieron y alentaron. Viene el cambio en las gobernaturas de Coahuila y Estado de México, y para dar un ejemplo de lo que podría ocurrir, que le parecería una para Morena y otra para el PRI.
Las reformas que faltan sin contar la aprobación en el Senado de que la Guardia Nacional se prolongue hasta el 2028, lo justificaría , además viene el cambio de consejeros en el INE y su transformación, lo que no es pecata minuta. El PRI se siente mejor como aliado del poder, no le gusta perder y de una alianza con Morena, depende su supervivencia.
Un viaje cancelado
El día que asesinaron a Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas de Tijuana, era gobernador de San Luis Potosí, Horacio Sánchez Unzueta, quien se la había jugado con Manuel Camacho Solís.
El crimen ocurrió un miércoles 23 de marzo de 1994 a las 17:12 horas, tiempo del Pacífico, en San Luis ya eran 19:12 horas, hora del centro de México. A Horacio le exigieron de la Secretaria de Gobernación, que no fuera a Tijuana, por lo que el viaje se canceló. La noticia corrió como pólvora.
Solo dos meses antes Colosio había estado en La Huasteca Potosina, ese día llegó de Huejutla Hidalgo, al medio día tuvo un acto en Tamazunchale, y ya se hablaba de un posible crimen, en el trayecto a su Ciudad Valles, su autobús se descompuso en un lugar conocido como ejido Las Armas, se sentía temor, nadie sabía que había pasado.
En el trayecto Colosio fue informado que Manuel Camacho había sido enviado a negociar con los zapatistas que habían tomado San Cristobal. Ese día su primera gira concluyó con un acto con empresarios en el Hostal del Quijote y su ánimo estaba por los suelos. El día que lo asesinaron preguntaron en el despacho del Gobernador, si se podría sobrevivir con un tiro en la cabeza, la coincidencia unánime fue que no.