Este amor sí que es para toda la vida.
Esta es la verdadera historia que a todas nos han contado tantas veces, la que hemos visto en cientos de películas y en un más de un libro. Y es que todas las que tomen la decisión de ser madres, acabarán con el príncipe azul que llegará y robará su corazón y como no, si es un tipo guapo, un gran caballero que nos llena detalles y con el que seremos felices para siempre.
Les cuento que para las mujeres que somos madres y tenemos un hijo varón el príncipe azul lo llevamos nueve meses en nuestro vientre y sí, es todos lo que dicen los libros o la televisión.
Mi príncipe llego hace doce años, desde que lo vi me perdí en sus ojos, cada gesto que hace es una caricia directa la corazón, me enseñó un amor diferente, uno que en realidad es para toda la vida.
Él logró hacerme soñar en un día mejor cada vez que abría los ojos. Me hizo olvidarme de las excusas en las mañanas para levantarme, porque ahora tengo una sonrisa que me motiva cada día a continuar.
Volví a jugar con plastilina, juro que he visto películas más de 10 veces sólo por escucharlo reírse con las mismas bromas, o verle la carita de susto cuando ya él sabe que nada va a pasar.
Me enamora cada vez que abre la puerta del carro y dice: pase mi linda madre. Soy feliz al llevarlo a conocer diferentes lugares y verlo interactuar con las otras personas de la mejor manera.
Confieso que en las noches voy a su habitación y me quedo viéndolo y no dejo de pedir por él, para que sea un gran hombre y que la felicidad la comparta con otras personas.
Él me tiene vigente en la música y en los juegos electrónicos, y aunque no soy la más conocedora me siento con él y finjo entender…
Entre sus fechas especiales siempre está mi cumpleaños y el día de la madre, me sorprende con desayunos y agenda todo el día para hacer las cosas que me gustan, busca actividades que me diviertan y hasta se sienta a ver “pelis de mujeres” como les dice él.
Mi príncipe azul ha logrado darle un giro a mi vida, mis pensamientos están con él todo el día. Sus logros son mi orgullo y aunque no lo vea, cuando está triste mi corazón se parte literalmente.
Hoy por hoy estoy criando a mi hijo para que sea un gran ser humano, para que sea feliz y que donde esté pueda brillar por sus sentimientos y capacidades.
Y aunque sé que en algún momento se irá y hará su vida lejos de mí, estoy segura de que él hoy, mañana y siempre será mi príncipe azul.