- Jonah Lehrer, especialista en creatividad, explica que de tercero a quinto de primaria, que es cuando los niños empiezan a dudar de sus habilidades creativas, es esencial que padres y maestros les enseñen la importancia de la perseverancia y determinación que se requiere para crear algo nuevo.
De acuerdo con el especialista en creatividad, Jonah Lehrer, el problema de los niños con la creatividad inicia en un periodo específico: los años de tercero a quinto de primaria.
Según el especialista, durante este periodo muchos niños empiezan a dudar de sus habilidades creativas porque consideran que sus creaciones no son tan buenas o importantes como les habría gustado, que lo han hecho mal, y que la realidad de sus trabajos no cumple con sus expectativas. Así que deciden “apagar” su creatividad. Es en este momento cuando los padres y maestros deben intervenir para asegurar que la ventana de la creatividad no se cierre.
“Debemos expandir nuestra noción de lo que la productividad significa. En este momento estamos preparando a nuestros niños a pensar de una manera muy particular, que asume que la forma correcta de estar pensando es estar atentos, con una visión muy estrecha” menciona Lehrer.
Es común que los niños que se diagnostican como distraídos se conviertan en grandes creativos, al fusionar esto con su inteligencia. “Cuando eres distraído, siempre estás merodeando ideas que parecieran irrelevantes y combinándolas con otras ideas. La mayoría de esas ideas no tienen éxito, por lo que la inteligencia les ayuda a seleccionar aquellas que podrían funcionar, y de vez en cuando, los llevarán a lugares interesantes» señala el experto.
La tarea de los padres de familia y maestros es ayudar a los niños a aprender a hacer productivas estas ideas. La propuesta de Lehrer es enseñar a los niños la perseverancia y determinación que se requiere para crear algo nuevo. “Es importante dar a los niños un menú de posibilidades, de temas con los que puedan enamorarse, acercarles un montón de pasiones que podrían descubrir. Mostrarles actividades que no sientan como trabajo, sino como diversión, y después recordarles que deben trabajar duro e incluir horas de práctica para alcanzar sus metas. Debes ayudarles a perseverar a través de los fracasos y frustraciones. Con estas claves mantendrás vivo el espíritu creativo del niño” finalizó.