- Algunos síntomas que podrían indicar un trastorno del aprendizaje, en niños menores de 5 años, son: retraso del habla, problemas de pronunciación y dificultades para aprender nuevas palabras y para aprender a leer.
Cada niño es diferente y suele tener un ritmo y estilo para aprender. Sin embargo, en ocasiones la dificultad para aprender puede estar relacionada con un trastorno que afecta la forma en la que su cerebro procesa la información.
Padecer un trastorno de aprendizaje no quiere decir que el niño tenga dificultades para pensar; por el contrario, en muchos casos se ha encontrado que estos pequeños tienen una inteligencia superior a la normal, pero se les dificulta expresar lo que saben. Por ejemplo, es común que un niño con un trastorno del aprendizaje entienda perfectamente la trama de un libro que lee, pero no sepa responder a las preguntas que le haces sobre ésta. O tal vez pueda recitar con mucha facilidad el alfabeto de corrido, de la A a la Z, pero no será capaz de nombrar las letras del alfabeto por separado.
La dificultad para aprender ciertos temas ocasiona que los niños sientan frustración y enojo, además de una baja autoestima y, a veces, presenten cuadros depresivos. Ron Liebman, psiquiatra infantil, señala que “por algún motivo, la información que ingresa por los ojos y los oídos de los niños con trastornos del aprendizaje, no se traduce correctamente. Por lo tanto, la respuesta que surge del niño no es la apropiada”.
Los trastornos del aprendizaje generalmente se agrupan en tres categorías:
1. Trastornos del habla o lenguaje.
2. Problemas para leer, escribir y aprender matemáticas.
3. Problemas de coordinación, motricidad o memoria.
Entre los signos que podrían indicar un trastorno del aprendizaje en niños menores de 5 años, se incluyen:
- Retraso del habla.
- Problemas de pronunciación.
- Dificultad para aprender nuevas palabras.
- Dificultad para aprender a leer.
- Dificultad para aprender los números o el alfabeto.
- Intervalos de atención cortos.
- Dificultad para seguir instrucciones.
- Dificultad para sostener correctamente el crayón o la lapicera.
No obstante, los científicos no recomiendan diagnosticar trastornos del aprendizaje en niños pequeños, ya que a esa edad se aprende a ritmos totalmente diferentes. De acuerdo con Liebman, no se puede llegar a un buen diagnóstico hasta que el niño esté en tercer grado de primaria.
El especialista aconseja que si los padres de familia están preocupados por la capacidad de su hijo para leer, escribir o hablar, es conveniente platicar con su maestro para conocer su punto de vista. “Los maestros suelen detectar rápidamente los indicios tempranos de un trastorno de aprendizaje”, menciona. Un buen diagnóstico y la intervención temprana son cruciales y pueden tener un gran impacto en el futuro académico del niño.