Obviamente no se trata de hostigar a los niños/adolescentes con preguntas, por eso utiliza un par cada día y ve variando el tema. Recuerda, sólo son el pretexto para iniciar la conversación y darle un buen rumbo, pero a menos que a tus hijos les encante platicar acerca de todo, difícilmente te darán santo y seña de su día. Tienes que ser paciente y eventualmente, con este tipo de preguntas, podrías descubrir aspectos de la personalidad de tus hijos o problemas que viven, pero que no imaginabas.
Aqui otras opciones:
Comienza con lo cotidiano:
- 1. ¿Qué desayunaste? ¿Estaba rico o no te gustó?
- 2. ¿Qué llevaron de comer otros niños?
- 3. ¿Qué es lo que más te aburrió hoy?
- 4. ¿Hubo algo que te hiciera muy feliz?
- 5. ¿Qué fue lo más raro que viste hoy en la escuela?
Y después puedes profundizar acerca de su interacción social:
- 6. ¿A qué jugaste hoy y con quién?
- 7. ¿Dónde juegas más en el recreo?
- 8. ¿Qué es lo que más les gusta jugar a todos los niños en el recreo?
- 9. ¿Hubo alguien que te hiciera enojar?
- 10. ¿Hay alguien de los otros niños que se esté portando muy mal o que le guste hacer cosas malas?
- 11. ¿Alguien te ha pedido que guardes un secreto?