El fomento al deporte, el impulso, desarrollo, complemento, educación física, como se le quiera definir, como se lea o como suene mejor, pero cualquier definición que implique fomento al deporte es buena, siempre y cuando se haga, cuando pasa lo contrario aunque la palabras las maneras de llamarlo es lo de menos, ¿Cuándo ocurre lo contrario?
En días pasados tuve oportunidad de visitar varios escritorios invitando a instituciones a ser parte de una competencia deportiva, escuelas de gobierno y privadas, (una de las bondades que te da el deporte, que no hay colores, razas, carteras, es para todos), La respuesta fue muy positiva, pero también encontré posturas con ideologías distintas como “pues déjeme ver”, “hay muchos nuevos” los peores se fueron por, “es que no tienen entrenador” o “a que vamos si ni aun empate aspiramos”. Señores ¿entonces para que estamos? Si nosotros como maestros, no impulsamos a nuestros chavos, ¿entonces quién?, es nuestra labor fomentar el deporte, decía
Tommy Lasorda: jugador de los Dodgers “La diferencia entre lo posible y lo imposible está en la determinación de la persona”.
Todo es importante, dependiendo la arista desde donde se observe, en la escuela el deporte, es el complemento claro está, quizá la disciplina que no se puede obtener en el salón, se obtiene en las canchas, así como la destreza, entre otras virtudes.
Cuando estos chicos tiene que salir a competir se busca la manera (en mi caso como organizador) que no interfiera en sus clases, pero es imposible por los turnos matutino y vespertino, ambos compiten y los dos tienen el derecho a participar, así es, y viene otra negativa de quien es coadyuvante en la formación de los jóvenes, el maestro, “no vas y si vas tienes falta”, “ tu decide que es más importante” En mi desarrollo como deportista me tope en más de una ocasión con estas trabas, lastimosamente esta práctica sigue pasando.
Pero también existen los maestros entusiastas, que hacen la actividad de chofer, de entrenador, de psicólogo, la limitación no existe, ¿recuerda usted algún maestro así en su formación? Estoy seguro que sí, seguramente le sacara una sonrisa recordar, en este andar me encontré con una anécdota que me sigue impulsando a crear, a fomentar el deporte de nuestros jóvenes.
Me comento un Maestro como este que le describo, “Mire profe aquel niño el numero 8 (un chico delgado, bajito de unos 14 años, de semblante triste, pero con una sonrisa dibujada) lleva una semana llorando a escondidas en la escuela, y vea usted, no para de sonreír, a este chico su padre ocho días antes había muerto, solo el jugar y competir le ha devuelto la sonrisa.
Mi felicitación a ti maestro, a ti padre de familia que te esfuerzas por que tus chavos practiquen Deporte, mismo espacio y agradecimiento a mis padres y a mis maestros que intervinieron en mi formación.
De Salida
Este fin de semana murió un investigador, e impulsor del deporte de alta competencia, en lo personal el mejor preparador físico que conocí, Norberto Paciullo, este fue el culpable de tener físicamente potente y veloz al San Luis subcampeón, al que se salvó del descenso, el deporte lo vamos extrañar.
Comentarios te leo con gusto en Twitter como @victordav5
*Víctor Hugo Dávila Torres Estudio en la Facultad de Derecho de la UASLP. Jugador de futbol Profesional 2000-2004. Arbitro de futbol Profesional 2005-2010. Metodología Deportiva AMUECFUT 2007. Psicología Deportiva AMUECFUT 2008. Coordinador de los Deportes UASLP – Coara