La psicoterapia infantil involucra siempre de juegos donde el niño encuentra la oportunidad para expresarse a nivel personal, así lo expresó la especialista Paulina Sánchez Romero en las actividades del XIII Coloquio de Investigación de la Red Multiregional de Programas de Posgrado de Calidad en Psicología con sede en la Facultad de Psicología de la UASLP.
La doctora Sánchez Romero de la Universidad Autónoma de Yucatán quien impartió la conferencia “Terapia de juegos entre padres e hijos”, resaltó que en la psicoterapia de juego se manejan todos los enfoques de la psicología clínica, abordando el juego desde la perspectiva teórica de cómo se adaptan al jugar.
“Hay una teoría detrás del juego y del juguete y de cómo influyen en el niño y cómo facilitan los procesos de aprendizaje del niño”.
Indicó que este enfoque terapéutico, se maneja en diferentes tipos de ramas, desde la psicología clínica, en el enfoque sistémico-familiar, y en el enfoque filial.
Destacó la importancia de que los padres y cuidadores estén involucrados en las sesiones de psicoterapia individual, que no sólo sea espectador del proceso terapéutico y se involucre directamente dentro del proceso de psicoterapia.
“Lo que nosotros trabajamos en Mérida, es la idea de que los padres, o los cuidadores ingresen no solamente de manera muy formal al proceso terapéutico, sino que también de manera esporádica entren a sesiones filiales y relacionales en donde puedan jugar con el niño teniendo la guía y el acompañamiento del terapeuta”.
Lo anterior con el fin de promover el que cuando el niño tenga un cambio a nivel personal éste se transfiera también al hogar.
La doctora Sánchez Romero, mencionó que la psicoterapia de padres e hijos implica a la mamá, al papá y a los cuidadores primarios.
“De repente hay familias en las que el hijo mayor, es un hijo parentalizado por situaciones de la familia, y él es como la cabeza de la familia y él puede ingresar a las terapias de juego también, la terapia involucra a cualquier figura que sea objeto de protección del niño”.
“Los beneficios que otorga el involucramiento van desde que hay mayor cercanía, y el vínculo se fortalece y se repara entre la figura adulta y el niño, hasta la generalización de los cambios del proceso terapéutico”.