Por: Fabián Gutiérrez Araujo.
Necesitamos que se invierta en capacitación para los maestros en San Luis en el tema de niños con Síndrome de Down, y que los maestros vean el salón de clase como un grupo diverso, donde todos tienen diferentes maneras de aprender.
Así lo aseguro la directora de la organización civil, Intégrame Down AC, Marisa González Duque, quien dijo que desafortunadamente, las escuelas no tienen los maestros con la capacidad adecuada para tratar a los alumnos con discapacidad, y los psicólogos de los planteles no saben lo que es la inclusión educativa.
En el caso de un niño por ejemplo que tiene discapacidad dispersa, los maestros batallan mucho porque no tienen el control ni la inteligencia para atender a los niños sin lastimarlos, aunque saben que los primeros años son tan importantes en su desarrollo, y lo que hacen es agredir emocionalmente al niño por que no caben el mismo cubo donde quieren meter a todos.
“La educación es individual, porque solo se va dirigida a una manera de aprender, o un tipo de niño. Los niños tengan o no discapacidad, el salón está lleno de diversas formas de aprender.”.
Las escuelas de educación e especial necesitan capacitarse y ver la educación especial como algo actual, ya que una persona con alguna discapacidad merece la pena como cualquier otro ser humano de ser educado.
Al recibir esta educación vamos a poder empoderar a la persona con discapacidad, porque si no reciben esta educación desde los primeros años, es imposible que una persona con capacidades especiales pueda obtener un empleo regular en el futuro.
En el instituto tenemos niños que asisten a una escuela de educación especial y no les han enseñado ni a leer ni a escribir, ni los números del uno al diez, cuando mi hijo, que tiene discapacidad dispersa y está en una escuela regular, suma, resta, participa en honores y habla en al micrófono.
“Pueden llegar a eso y mucho más, tenemos algunos muchachos en preparatorias, pero son muy pocas las escuelas que abren esos espacios”.
La directora González Duque, manifestó que se necesita que todas las escuelas tengan esa apretura, y que sea una obligación abrir y tener en cada salón diversidad, porque eso genera valores entre los propios estudiantes.
“Cuando yo fui a ingresar a mi hijo a la primaria, les dije que tenía Síndrome de Down, y la directora que es formadora de educadoras, me dijo que de esos niños no recibía”.
En estados unidos los padres de familia demandan a las escuelas porque rechazan a los alumnos o no les dan educación de calidad.
La primaria es una sociedad pequeña donde los niños aprenden reglas, a convivir, a llevar una vida, es una dimensión pequeña donde pueden aprender a ser más humanos.