A pesar de que México es de los países que más invierte a la semana en tiempo escuela; las 30 horas que aproximadamente se destinan para ello no ha dado los resultados académicos esperados, puesto que casi la mitad de los estudiantes se encuentran en el nivel más bajo en ciencias, lectura y matemáticas.
Durante 18 años, los estudiantes de este país ha mantenido casi 100 puntos debajo en las evaluaciones de ciencias, matemáticas y lectura en comparación con el promedio de las naciones integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de acuerdo con la prueba Pisa.
No es que los estudiantes no dediquen tiempo a aprender o que no haya escuelas; el problema es que el tiempo de aprendizaje no se utiliza adecuadamente. @SchleicherOECD Director de Educación y Competencias en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
El tiempo escuela que tiene los jóvenes en México no es aprovechado de la mejor manera, por lo tanto se deben de mejorar la calidad de los estudios; puesto que los estudiantes mexicanos son buenos reproducir el conocimiento pero no para implementarlo: “se les enseña a repetir en lugar de pensar sobre los textos”, delineó.
Mejorar la calidad de la educación en este país va a costar más dinero, abundó, pero a larga habrá un beneficio mayor que la inversión económica que se hizo, por lo tanto se debería de destinar un mayor presupuesto en los niveles básicos de educación: mejorar la calidad del gasto.
El presupuesto para educación en México para este 2020 tuvo un ligero incremento 0.7% aproximadamente, sin embargo el 99.70% está destinado para gasto corriente que incluye servicios personales, materiales y suministros, servicios generales, entre otros, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de este año.
Capacitación docente
Para elevar el nivel y la calidad educativa en México se debe mejorar el entorno donde se desarrollan los alumnos, dentro y fuera de la escuela. Además que se tiene que capacitar al personal docente, darle incentivos económicos y hacer más interesante su profesión para que aumente el número de profesores, insistió Schleicher.
De las 35 horas aproximadamente que destinan los docentes en este país para dar su clase a la semana, poco menos de 20 horas son la que dedican al aprendizaje y la enseñanza; el restante son ocupadas en tareas administrativas, mantener el orden en el aula y otras actividades, de acuerdo con datos de la OCDE.
A pesar de que Finlandia destina menos horas de clase que México, más del 66% de su población estudiantil está por arriba del nivel 2 de la prueba Pisa, es decir del satisfactorio, bueno o sobresaliente en lectura.
Por ello se requiere darle una continuidad a políticas y prácticas que promuevan el desarrollo integral de los niños y jóvenes, como la formación docente y un enfoque sociocultural en el plan de estudio, según el presidente ejecutivo de Mexicanos Primero, David Calderón Martín del Campo.
De igual manera se debe focalizar a las comunidades escolares con bajo desempeño para realizar un diagnóstico y así dotarlos de apoyo integral con equipos itinerantes. Además las autoridades educativas deben plantear metas concretas en la reducción del grupo de estudiantes en insuficiencia sin descuidar la permanencia, aseguró.
Las comunidades escolares pueden contribuir en la identificación de las barreras de aprendizaje, así como en la participación que afecta a cada estudiante. También pueden usar el margen de decisión para sumar a las familias, reorganizar tiempos y pedir apoyos, refirió.
A pesar de que en México hay pocas evaluaciones, la prueba internacional Pisa empata con otras de carácter nacional, como la Evaluación Nacional de Logros Académicos en Centros Escolares (Enlace), lo cual devela la tendencia de la situación educativa en el país y el trabajo que hay por hacer, aseguró.