Con el eventual regreso a clases presenciales en agosto, poco más de 240 mil docentes están en condición de riesgo ante la Covid-19 por ser mayores de 60 años o padecer enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, obesidad o cáncer.
La organización México Evalúa encontró que, con base en los registros de IMSS e ISSSTE, entre el 20 y el 30 por ciento de 1.2 millones de docentes del país no estarían en condiciones para regresar a las aulas porque se consideran población vulnerable.
Marco A. Fernández, investigador de México Evalúa, recordó que la autoridad ha prometido que no pondrá en riesgo la salud de la comunidad educativa, incluidos los docentes, por lo que ellos no podrían regresar frente a grupo.
El problema, dijo, es que la Secretaría de Educación Pública (SEP), no cuenta con un presupuesto destinado a contratar maestros interinos, y mucho menos adelantar jubilaciones.
“No hay dinero. El presidente ha decidido implementar un recorte del 75 por ciento y eso ha afectado de manera profunda a la Secretaría de Educación Pública que la está viendo negra para tratar de tener los recursos necesarios para tener una mejor respuesta que hasta ahorita no se ha logrado.
“Hay un problema mayúsculo y no sé cómo le vamos a hacer porque tenemos entre un 20 y 30 por ciento, varía, lo hemos hablado con autoridades en los estados, de maestros que en educación básica, por su edad, su condición de diabetes y obesidad serían personas que están en peligro”, dijo.
Hasta ahora la SEP no ha publicado un plan para la atención de este grupo vulnerable y se buscó a la dependencia para tener información al respecto, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. En tanto, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) desde la semana pasada comenzó a realizar una encuesta nacional para conocer el estado de salud y laboral del magisterio, así como las condiciones e infraestructura de cada escuela.