Después de que el titular de la Secretaria de Educación Pública (SEP) Aurelio Nuño Mayer, anunció que a partir de este año cualquiera que tenga una licenciatura distinta a la docencia podrá concursar por una plaza, el doctor Francisco Hernández Ortiz, Director General de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado (BECENE), opinó en exclusiva para El Sol de San Luis, que el estado mexicano tuvo que hacer antes una valoración profunda al respecto, para saber si era el camino correcto.
La realidad educativa que vive México al estar en interacción con otros países y donde las exigencias también son mayores en competitividad, ha generado que los nuevos sistemas educativos tengan que adecuarse a nuevas realidades, y en el caso de los profesores también.
Al respecto el doctor Hernández Ortiz, opinó que desde esa perspectiva el estado mexicano tiene que hacer una valoración profunda si es el mejor camino, considerando que el normalísimo nace como una necesidad de mantener los preceptos de un estado liberal de la nación mexicana del siglo XIX.
“Las normales se crean precisamente con esa intención de atender la educación básica, no solo para proporcionar conocimientos, si no para tener claridad de los preceptos filosóficos que como nación tiene determinado”.
Al preguntarle que si terminó el monopolio de las normales como semilleros de maestros, el formador de alumnos potosinos por 30 años, dijo que “ante esta nueva pluralidad, suponemos desde las escuelas normales, que el gobierno ya tiene previsto que estrategias de seguimiento valoraran el grado de efectividad de integración de otros profesionales que se formaron para otros campos de conocimiento, y no necesariamente para la educación”.
En los principios científicos, filosóficos y teóricos de la pedagogía, vemos que el campo de estudio y los sujetos de estudio son muy claros desde la mirada de la formación de un profesor en la educación de un ser humano, y esto empieza a construirse desde el proceso de educación inicial de quienes estudian en escuelas de formación docente, diferentes a otro campo del conocimiento, donde de forma indirecta se abordaron algunos tópicos educativos pero no se profundiza en los principios científicos de la educación.
El doctor Hernández Ortiz, un estudioso de los modelos educativos del siglo XIX y XX, asegura que la formación del profesor es muy importante porque da un marco teórico en el que se sustenta la practica educativa, por lo que sin estos principios, la docencia podría desarrollar acciones que carezcan de sustento o le den perspectivas diferentes a los procesos educativos.
“El proceso educativo es complejo, por un lado son los alumnos, la disciplina, el objeto de conocimiento, lo didáctico, el saber enseñarlo, la gestión, la organización de la escuela, el diálogo con los padres de familia, entre otros, estos conocimientos son básicos para quien ejerce la docencia, y en esta apertura supongo que el estado mexicano ya lo ha previsto”.
Aseguró que a través de diversos estudios que ha realizado de la historia del sistema educativo en México, ha encontrado situaciones críticas que están vinculadas con los procesos de formación de docentes, por lo que deben implementarse políticas públicas que atiendan de manera coyuntural los problemas educativos.
“No ha habido continuidad en las políticas educativas porque no hay evaluación de los resultados, lo que genera también imprecisiones del impacto de los modelos educativos y prevalece el matiz político dejando de lado la parte teórica y académica que es la parte sustantiva”.
Lo que debe de preocuparnos a todos es educar a la población, y la connotación de educar es muy profundo e implica atender a fondo la formación, la capacitación, transformación curricular, la evaluación para identificar las debilidades del sistema educativo y mejorar las condiciones de infraestructura de las escuelas.
Estas problemáticas que se discuten hoy se discutían en siglos pasados, y las escuelas siguen igual porque la mayoría no tienen luz, agua, no hay pizarrones, este es un problema estructural de la nación que requiere una política pública de alto impacto que tiene que ver con metas a largo plazo y no solo cuando alguien ocupa un cargo y se va.
De acuerdo con la información de la SEP, los antecedentes de las escuelas Normales como instituciones exclusivas de la formación de los maestros de la enseñanza básica, se remonta a 1887 cuando el magisterio se reconoce como una carrera. Es decir, las escuelas Normales se mantuvieron como las únicas formadoras de maestros durante 128 años.
La educación Normal fue la principal aliada de José Vasconcelos al decidir hacer obligatoria la educación pública cuando era el titular de la SEP bajo el principio de que únicamente mediante la educación se puede ayudar en la superación de un pueblo.
Años después, con el presidente Lázaro Cárdenas, el impulso fue hacia las escuelas Normales rurales, también con el principio de que sólo la educación puede unificar y sacar de la miseria a los millones de mexicanos marginados.