Hay que luchar contra el peso del dinero en la medicina, porque el humanismo y los valores se están perdiendo, aseveró el catedrático de la Facultad de Medicina y ganador del premio “Universitario a la Investigación Socio Humanística, Científica y tecnológica 2015” doctor Benjamín Moncada González.
El especialista fundador del área de dermatología del Hospital Central y del laboratorio de inmunología, dijo que cuando atiende a un paciente, es un ejemplo para el alumno que lo observa, ya que le está enseñando a actuar con educación y respeto frente a quien pone la vida en sus manos.
“En la Universidad el médico tiene tres funciones primordiales: enseñanza, asistencia e investigación”.
El doctor Moncada quien tiene 35 años de servicio, aseguró que desde 1978 realiza proyectos para el Conacyt, y pese a detallarlos bien, muchas veces las respuestas fueron negativas por falta de dinero y estos no terminaban por arrancar.
El especialista comenzó la atención en el área de dermatología en el año de 1979 cuando el hospital central no tenía tanta infraestructura, y la consulta era solo de seis pacientes diarios.
Ahora el departamento de dermatología atiende a 70 personas diariamente, con lo que la gente se puede dar una idea de todo lo que ha crecido esta área de la medicina en San Luis.
El catedrático impulsó el crecimiento de la especialidad en dermatología de la Facultad de Medicina, reconocida por el Padrón Nacional de Posgrados de Calidad de Conacyt, y uno de los tres mejores posgrados a nivel internacional.
“La investigación que se realiza en dermatología a diferencia de otras áreas, siempre ha estado ligada al trato directo con los pacientes”.
Dentro de la investigación existen reglas, como son la pureza, la perfección académica, la técnica y los aspectos éticos.
La facultad de medicina de la UASLP, se diferencia en calidad del resto de las instituciones, porque el estudiante a partir del tercer año realiza acciones médicas, por eso las habilidades que se adquieren son mejores y marcan la diferencia con escuelas que cobran mensualidades altas y no ofrecen que los estudiantes se desenvuelvan con los pacientes.