La obesidad y el sobrepeso que se registra en nuestro estado está relacionado con los malos hábitos alimenticios, lo que ha generado la presencia de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y colesterol, es por ello que la “Estrategia Nacional para la Prevención y Control de la Obesidad y la Diabetes”, establece que los productos alimenticios deberán contar de manera obligatoria con un etiquetado frontal nutricional.
La Secretaría de Salud junto con la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (COPRIS), inició desde enero la capacitación a productores de alimentos de mediana y gran producción en San Luis, incluyendo elaboradores de productos lácteos, dulces artesanales, botanas, pan, tortillas y bebidas saborizadas.
De enero a la fecha, se ha capacitado a 254 productores de alimentos de Tamazunchale, Tanquián, Ébano, Tamuín, Rioverde, Matehuala y Villa de Pozos, a quienes se les ha dado a conocer la disposición que establece el “Etiquetado Nutrimental Frontal”, el cual debe ir impreso en la parte delantera del producto, mediante los íconos de pilas energéticas, que deben contener la siguiente información del producto: cantidad de grasas saturadas, otras grasas, azúcares totales, sodio y calorías para que el consumidor pueda elegir y llevar a cabo una dieta saludable.
Anteriormente éste etiquetado aparecía en la parte trasera del producto y la información era poco clara porque los porcentajes hacían referencia a porciones, por lo que en ahora se busca que la información nutrimental sea sencilla y le ofrezca al consumidor no rebasar el límite de calorías y sodio de una dieta saludable.
Los servicios de salud recomiendan a la población observar la información nutrimental del producto alimenticio ya que es importante que a lo largo del día, sus alimentos no sobrepasen el 100 por ciento de los nutrimentos señalados.
Se debe tener cuidado con las calorías del producto que son representadas como aporte energético de la porción, si previamente se visualiza la cantidad que se consume es similar al del envase.
El aporte de grasas es importante por cada 100 gramos, por lo que es recomendable no superar el 30 por ciento, aunque si se quiere de una dieta baja en grasas, lo ideal es elegir con menos de 10 gramos de grasas por cada 25 gramos de alimento.
En cuanto a fibras se recomienda ingerir alrededor de 30 gramos, por cada 100 gramos de producto, el aporte de sodio en un alimento se recomienda para aquellas personas con problemas cardiovasculares o hipertensión que deben de llevar una dieta hiposódica.