Los niños tienen muchos rasgos de los buenos líderes, son muy perceptivos, brutalmente honestos, observadores y curiosos. Así que quién mejor que ellos para hablar de cómo debe ser un líder. Otro factor que hace su visión única es que su forma de pensar no ha sido condicionada por años de reglas sociales como los adultos. Esto es lo que niños de entre 3 y 12 años dijeron.
Los líderes enseñan cosas nuevas y ayudan a los más pequeños. Ellos representan una guía para todos los demás y se aseguran que los lugares dónde está su gente sean seguros. Deben ser amables y ayudar a los que se accidentan.
Usan ropa elegante y tiene una buena actitud. Deben ser amables y resolver las cosas cuando salen mal. Si alguien está en problemas no les dicen “debiste hacer esto o aquello” ellos actúan. No deben hacer cosas malas para hacer que los demás hagan lo que ellos quieren. Tampoco deben seguir a las personas que hacen cosas malas y deben defender y hacer lo correcto siempre.
Por último, un líder debe ser organizado, creativo, divertido, que no procrastinar, que se vuelva a levantar cuando las cosas no salen bien, que no le de miedo decir lo que piensa, que sepa escuchar y que ame leer.