Mucho se ha escrito sobre aquellos factores y cualidades que influyen para que alguien sea considerado exitoso, pero si se parte de la base que todo adulto antes fue un niño, ¿qué deben hacer los padres para darles mayor herramientas a sus hijos para tener un futuro prometedor?
Aquí ocho cosas que, según la ciencia, hacen los papás de niños felices y exitosos:
Cenan en familia
Según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, los niños que comen con sus familias aproximadamente cinco días a la semana exhiben niveles más bajos de abuso de sustancias, embarazo adolescente, obesidad y depresión. También tienen promedios de calificaciones más altos, mejores vocabularios y más autoestima.
Limitar el tiempo frente a las pantallas
Los investigadores descubrieron que los cerebros de los niños pequeños se pueden alterar permanentemente cuando pasan demasiado tiempo usando tabletas y teléfonos inteligentes. Específicamente, el desarrollo de ciertas habilidades se ve impedido, incluido el enfoque y la atención, el vocabulario y las habilidades sociales.
La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) dice que los niños menores de 18 meses no deben tener tiempo de pantalla en absoluto, que no sea video-chat. Para niños de dos a cinco años, se recomienda limitar el tiempo de pantalla a una hora por día. Para los niños mayores, se trata de asegurarse de que los medios no reemplacen el sueño, el ejercicio y la interacción social adecuados. La AAP también dice que los padres deben hacer que las mesas de la cena, el automóvil y las habitaciones estén libres de medios.
Trabajar fuera de casa
Ciertamente hay beneficios familiares en tener una madre que se queda en casa, pero los investigadores de la Harvard Business School afirman que cuando las madres trabajan fuera del hogar, es más probable que sus hijas obtengan empleos, desempeñen funciones de supervisión y ganen más dinero que pares cuyas madres no tenían carreras.
Les asignan taeras
En una charla TED de 2015, Julie Lythcott-Haims, autora de Cómo criar a un adulto y ex decana de la Universidad de Stanford descubrió que los estudiantes que logran el mayor éxito profesional tuvieron padres que desde temprana edad les asignaban tareas acorde a su edad.
Retrasan la gratificación
Este punto se basa en el clásico experimento de Marshmallow de 1972, que consistió en colocar un malvavisco delante de un niño pequeño, con la promesa de un segundo malvavisco si él o ella podía abstenerse de comerselo mientras un investigador salía de la habitación durante 15 minutos. Los estudios de seguimiento durante los siguientes 40 años descubrieron que los niños que pudieron resistir la tentación de comer el malvavisco se convirtieron en personas con mejores habilidades sociales, puntajes más altos en los exámenes y una menor incidencia de abuso de sustancias. También resultaron ser menos obesos y más capaces de lidiar con el estrés. Para ayudar a los niños a desarrollar esta habilidad, es necesario que se les enseñe a instaurar hábitos.