En el segundo patio del edificio central, Juana Inés de Dehesa, autora de Socorro (pero me dicen Coco) de la editorial Océano, cerró las presentaciones de la edición número XLI de la Feria Nacional de Libro de la Universidad Autónoma.
“Muchas personas de la República Mexicana se preguntan sobre el fracaso de las mujeres, los caminos o modelos a seguir, porque las que no se casan pueden ser consideras fracasadas, de ahí surge la historia de Socorro”.
Me resultó fácil realizar esta obra porque en la sociedad mexicana hay muchos grupos sociales que miran hacia adentro, que buscan que nada cambie, y que sólo admiten un modelo de éxito femenino.
Cuando se acude al catecismo de pequeña hay frases que indican que las mujeres no pueden ser muy rebeldes y se les imponen ideas como la de que a los hombres no se les debe preguntar, deben tener novios que las mantengan y que sólo los hombres pueden tomar las decisiones.
“Para construir esta novela tuve que armar el universo femenino que está inmerso en la cultura mexicana, darle voz y soltarla para ir llevando la historia”.
Inés Dehesa manifestó que cuando escribió el libro “Treintona, soltera y fantástica, Manual de Supervivencia”, observó que los libros que comenzó a escribir para adolescentes los compraban las tías de 30 años y se los regalaban a las sobrinas. Descubrió un público totalmente desatendido que representa un mercado al que poco se le hace caso, el cual tuvo mucho éxito y ahora continúa por el mismo camino de creación.
“En México hay mucha literatura enfocada a las situaciones más terribles que viven las mujeres y la sociedad, sin embargo no hay literatura de la realidad cotidiana”.
Lo que hace esta novela es apelar a la sociedad, a las personas con las que se platica todos los días y a los entornos, tradiciones, discursos y dinámicas con las que crecen las mujeres.
“El libro apela a la realidad de muchos lectores en México, lo cual ha provocado la aceptación porque habla de lo que nos pasa todos los días. En nuestro país las mujeres están comenzando a plantearse otras realidades a pesar de que México es considerado un país desalmado con las mujeres”.